Cuando definimos "el destino" pensamos en un encuentro sublime donde dos personas a fin se cruzan para enlazar sus vidas y llenarlas de calma, pero ¿Qué tan real resulta la idea?
Así como existe el día y la noche; el frío y el calor; Humboldt y El Niño, son la verdadera representación de lo brusco, complejo y aislado que resulta el encuentro de dos almas gemelas, en algunos casos.
Cuando observamos al océano, nos da la sensación de estar superficialmente calmado, esto se debe a que no logramos evidenciar las batallas que se desarrollan en él. Se sabe que la Corriente de El Niño y la Corriente de Humboldt transitan en la misma dirección, por ello, están predestinadas a cruzarse en algún momento; sin embargo, la interacción de ambas traerá demasiados cambios.
La corriente de Humboldt, trae consigo aguas frías, neblina, un aspecto sombrío y la necesidad de un abrigo. Por otro lado, La corriente de El Niño, no es constante, pero aparece dejando huellas, pues sus travesuras son coquetas destrucciones que llenan de calidez y deseo.
Debido al encuentro de ambos, Humboldt se resistirá a la calidez que alberga El Niño, esto ocasionará una competencia de poderes, asimismo desestabiliza todo a su paso. Entre dos poderes opuestos ¿Quién ganará este encuentro?
Él es el único peligro presente cuando está cerca .
Ella es su tentación.
Él es un indiscutible error .
El señor de la oscuridad en Nueva York , el único que puede mostrarte que es el temor con tan solo una mirada .
Nadie nunca a logrado domar su corazón tan negro como la misma noche , él no tiene ningún tipo de remordimiento por nadie , no le importa nadie con tal de seguir en el poder .
Hasta que llega ella .
Que lo hace cambiar no tan solo de idea sino que lo hace mirar más allá de la lujuria .
Inicio de publicación 29_9_2024