Ella trató de ser perfecta toda su vida y se convirtió en un desastre, él era un desastre, y terminó siendo perfecto para ella.
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Diane Bennett y Stephan D'Angelo nacieron en cuna de oro, ambos fueron bendecidos, por llamarlo de alguna manera, con todo el dinero que se pudiesen imaginar, sin embargo, nada en esta vida era gratis, y si poseían algo, crecían de otra cosa, libertad. Durante casi 10 años pasaron sus vidas en Inglaterra, y aunque jamás se toparon, ahora que cada uno regresa a su hogar, les tocará conocer de la existencia del otro.
Sus padres acordaron una boda, y no había reclamo, llanto, rabieta ni propuesta que los hiciera cambiar de opinión, Stephan sabía que ese día llegaría, Diane por otro lado, lo anhelaba, y es que cuando haz sido adiestrada para ser perfecta ¿Cómo no desear demostrar lo que has aprendido? El problema será cuando vea que su esposo no es tan fácil de seducir cómo su madre le había dicho.
Ella es una muñeca francesa y él un rebelde italiano.