(Génesis 1)
DÍA 1...........
Aun lo recuerdo perfectamente...yo estaba ahí inmóvil, e
incapaz de hacer algo por esos niños.
Solamente me quede ahí parado mirando cómo se los comía
la desesperación junto con el hambre, como a dos perros en la calle y yo del
otro lado sin hacer nada para ayudarles.
Yo me decidí entonces a hacer algo, así que me acerque a
ellos lentamente, pero detrás de ellos venia una persona adulta con un arma en
la mano y me decidí a correr rápidamente pero con cada paso Gélido que daba con
sombría cobardía me decía a mi mismo con alientos de energía, (tengo que
llegar, tengo que llegar hacia esos niños) mientras le rogaba al cielo que le
dieran fuerzas a estas inútiles piernas que me retazaban paso por paso. Pero gracias a un golpe rotundo de suerte pude llegar a tiempo para gritar algo que cambiaría la historia de mi existencia...lo que yo había gritado a los 4 vientos fue ron palabras de sincero corazón desolado... mis
gritos de esperanza fueron (¡HOLA HERMANOS, YA ESTOY AQUÍ, NO SE PREOCUPEN, NUESTROS PADRES ESTÁN POR LLEGAR!). Luego de haber dicho tales palabras, la persona armada se retiro
inmediatamente Asia los callejones sombríos del barrio en donde nos
encontrábamos.
Dentro de mi ser poseía un cálido alivio pero todo eso
cambio cuando me les acercaba a ellos ya que me sentía como un completo idiota,
que les diría a esos dos huérfanos, porque yo no me burlaba de ellos debido a
que yo al igual que los niños era un huérfano. Pero dentro de mi ser había dudas
y sentimientos encontrados digo yo que aria con ellos si apenas y puedo sobrevivir
en tales condiciones y en pleno invierno, pero eso se esfumo de mi mente ya que
yo jamás me hubiese perdonado haberlos visto morir en manos de ese bastardo. Así
que tome una decisión a la ligera, .........yo aquel día había adoptado a 2 niños como
mis únicos hermanos.
Siete años después de que el mundo se convirtiera en un desierto gélido, los únicos sobrevivientes habitan un gigantesco tren en movimiento perpetuo que recorre el planeta, manteniéndolos con vida. Dentro de este confinamiento mecánico y desigual, Alexander, un joven de 14 años, enfrenta no solo las duras condiciones del apocalipsis, sino también los complejos sentimientos que surgen cuando conoce a Elías, un chico de su misma edad que proviene de los vagones más privilegiados del tren.
En medio de jerarquías sociales estrictas y tensiones crecientes entre los pasajeros, Elías y Alexander desafían las normas al embarcarse en un vínculo que podría significar tanto su salvación como su perdición. Mientras luchan por encontrar su lugar en un mundo congelado y dividido, sus corazones jóvenes deben superar barreras físicas y emocionales en un viaje de autodescubrimiento, amor y resistencia.
Un drama de mayoría de edad y supervivencia que combina la intensidad emocional de Young Hearts con la tensión distópica de Snowpiercer.