El arqueólogo británico James Wilson y el intelectual ruso Vladimir Petrov intercambian telegramas todos los días. A finales del siglo XIX, la investigación de las pirámides de Egipto y otras ruinas son la prioridad de James, mientras que Vladimir se dedica a la filosofía acerca de la lucha de clases. Desafortunadamente para ambos, el mundo daría un giro muy helado en junio de 1886, y tendrán que vivir los últimos días de Egipto y de Rusia. El Jedivato de Egipto y el Imperio Ruso nunca se imaginaron este frio.All Rights Reserved