Marshall era un chico extraordinario, Marshall con solo dieciséis años comenzó una relación con su padre que lo hizo convertirse en un pecador sin perdón, Marshall cuando quiso redimirse, la deuda llego, los pecadores tenían que pagar y el perdón se les iba a otorgar. Marshall era un chico extraordinario que el amor encontró, no el pecador, si no que algo mejor. -Un par de pecadores, eso éramos todos en esta tierra, encontrar el amor en las personas que no debía, eso fue lo que me sucedió. Mi nombre es Marshall, y con creces aprendí a que en la vida tu destino ya está marcado, no importa las decisiones, sabrás que es el correcto cuando la vida te golpeé, probaras la felicidad por pequeñas fracciones de tiempo y las leyendas de amor cobraran sentido. Mi nombre es Marshall y soy un pecador, que esperaba el perdón, esperaba promesas y esperaba a mi amor-