-no me estás contando todo- decía ella. -lo intentó, juro que lo hago pero no me acuerdo, lo que viene a mi mente es vago y desordenado- le recalco. - pero necesito saber tu historia para poder ayudarte- pronuncia lentamente-. después de unos minutos de silencio dice: empieza por dónde quieras, por dónde te sientas cómoda, poco a poco uniremos las piezas, ¿te parece?