-¡No puede salir del hechizo!
¿A caso ella...?
El rostro de Diana cambió a un preocupado y lleno de sobresalto.
-Lotte, ¿Akko pronunció mal la última palabra en conjunto con un movimiento incorrecto de la varita?
Lotte pareció meditarlo durante algunos segundos, sin embargo, fue interrumpida por una Sucy que apenas llegaba y mantenía su mirada en Akko.
-Lo hizo, se distrajo al final de recitar el hechizo
No podía ser posible.
La heredera de los Cavendish se levantó con rapidez y tomó al pequeño conejo que hasta el momento aún reposaba en su regazo, cargando de él con suavidad y de forma apresurada, ignorando las preguntas que Lotte y sus amigas le hicieron y comenzando a correr hasta la oficina de la directora.
¡Debía darse prisa antes de que fuera demasiado tarde!
Riley Andersen era una ambientalista que odiaba a los que tiraban las colillas de sus cigarros en cualquier lado.
Valentina Ortiz amaba fumar Marlboro y molestar a Riley.
Esta historia es adaptación