Eran tiempos complicados y muy duros para las personas que no tenían un buen cobijo para refugiarse y el único ahorro que tenían en casa les servían únicamente para la comida. Sin embargo, nuestra protagonista se identifica con una de esas personas que vivían en esas condiciones. Claudia, bajita, con ojos verdes y muy deseada por todos los hombres, vivía con su tía Jacinta. Era el único apoyo que tenía en su vida, pues su madre murió a los pocos meses de nacer y su padre la abandonó por el alcohol. Era una niña tranquila y quería ir a todos los sitios donde sus amigas iban pero su tía no la dejaba por miedo a que cometiera alguna locura. Una historia contada y basada en hechos reales donde la madurez de una niña de tan solo 10 años es mucho más mayor que una persona de 40 años.