A una la quería, pero a ella la amaba.
Con una trataba de no hablar demás por su carácter, pero con ella podía hablar todo lo que quería porque jamás se cansaba de escucharlo.
Con una ya tenía una historia, pero con ella tenía química y no sería difícil crear una nueva historia.
Con una salía herido y no solo físicamente, pero ella ni siquiera emocionalmente lo dañaría de manera consiente.
Con una demostraba respeto, pero con ella no solo demostraba respeto sino también lo recibía.
Con una tenía que ceder...
Pero... No solo importaba lo que él pensaba o sentía, ella era al final quien decidiría si algo más que una amistad debía pasar.
Un matrimonio no deseado. ¿Cómo afrontar a una persona totalmente desconocida y compartir la intimidad de vivir juntos? Esto solo puede ser problemático para un despreocupado Hokage y frustrante para una kunoichi que busca la libertad.