Te amé más que a mi misma. Lloré por las dos. Cambié por ti. ¿Qué hiciste tú? ¿Me quisiste de la forma en la que yo lo sigo haciendo? Supongo que eso seguirá paseando entre mis pensamientos, pues decidiste rendirte por ambas. Y aún así, lo más hermoso que sigo haciendo por las dos es: Aprender a olvidarte.
3 parts