La mafia es un perfecto ambiente para la vida de monstruos de todo tipo, ¿Pero qué sucede cuando hay una pequeña tonta siendo obligada a jugar con lo que no le corresponde?
¿Qué es lo que pasa cuando se es un ángel en una tierra de Dioses y monstruos?
Se es igual a un cordero esperando ser devorada por una jauría de lobos, todos anhelando un trozo de ella.
Mantener la cordura hasta el final es difícil, sobre todo cuando no sabes quién eres y solo has vivido por otros.
Las palabras se vuelven agua evaporándose y la violencia aparece como una muestra de amor; cuando realmente, el amor no puede crecer en la adversidad y mucho menos en el infierno.
La historia de la pequeña Gwendoline, quien deberá de hacer cualquier cosa si es que quiere sobrevivir, aún si eso implica perder su alma.
Quiero aclarar que esté es un libro +21 que tocará muchos temas que pueden ser frustrantes para algunos lectores, incluye escenas fuertes de violencia, abuso, y relaciones sexuales, por lo que, si no es de su agrado, pido que no lo lean.
Jae-ji siempre había tenido el control. Era la mejor en todo y nadie se atrevía a desafiarla... hasta que llegó Seulgi.
Lo que comenzó como un intento de dominarla se convirtió en su mayor derrota: en privado, era Seulgi quien tenía el control, y Jae-ji no solo lo aceptaba... lo adoraba. Entre celos, provocaciones y un juego de poder inesperado, Jae-ji descubrirá que ceder nunca estuvo en sus planes, pero con Seulgi, tal vez siempre estuvo destinado a suceder.