Un lado mundano, donde las personas no saben de cosas extrañas. Un lado mágico, donde magos y brujas existen. Un lado más mitológico, donde existencias aterradoras se mantienen vigilantes. Tres partes de un solo mundo, que parecen separadas, pero en realidad no lo están.
Harry Potter, murió y renació cuando se encontró con un Dios Hereje, una existencia que se había revelado contra su propio mito. Y así, el mundo que había llegado a conocer, se había vuelto mucho más extenso. Sin embargo, al mismo tiempo, escalo hasta la cima en poco tiempo.
Después de más de trescientos años, la cuarta existencia capaz de matar dioses, había nacido.
Se convirtió en un rey entre reyes.
Un rey demonio al que nadie se le podía oponer.