Una propuesta que va entre la ironía la Eva de los pasajes bíblicos y la protagonista con el mismo nombre que pretende vivir sin ataduras y sin pensar dos veces en las consecuencias es lo que marca la nueva historia de Elia Santos: Eva no mordió la manzana. Una historia de romance, humor y enfrentarse al futuro sin miedos. Si Eva hubiese existido, se habría comido la manzana completa, Adán no se hubiese dado cuenta y ella habría abierto sus ojos al mundo, se habría liberado de Adán, del Edén y del hombre que los había encerrado: Dios