Y entonces entiendes que los corazones rotos pueden seguir latiendo. Isla no tenía una meta en esta vida, era un alma sin rumbo que vagaba a su suerte. No tenía sueños, anhelos o esperanzas. Vivía con la desdicha de la decepción constante y no confiaba mucho en las personas. Su corazón roto no tenía espacio para más lamentos. Hasta que un día llega Noah, una pequeña luz que irrumpe en su vida con un propósito claro: demostrarle que la vida, a pesar de todos sus grises, también puede tener colores. ⚠️TW: La siguiente historia trata temas sensibles como depresión, ansiedad, ataques de pánico, autolesiones y abuso psicológico. 💖Ana.