Había una vez, hace mucho tiempo, un reino lejano y prestigioso llamado Alagësia donde prosperaba desde tiempos remotos, la paz y la amistad entre los digimons y los humanos que convivían en este lugar maravilloso. Cada digimon y cada humano se respetaban y ayudaban entre sí en los trabajos de diferentes clases, en innovaciones del trabajo, y en muchas más variedades de labores en que humanos y digimons podrían trabajar en equipo...
Ambas partes se llevaban como personas normales y, a veces, conformaban una parte familiar... Experimentan lo importante que es la amistad entre ellos, y las sensaciones que sienten cuando han hecho un logro o un error cada día que transcurre...
Pero, un día todo iba a cambiar...
Inexplicablemente... Nos ubicamos en el año 457 D.C. en pleno auge de la aristocracia y sus características... El reino estaba divido socialmente en estratos sociales: Clase alta (Rey y Reina, caballeros de alto rango, barones, caballeros, marqueses, condes/as, obispos, parroquianos, monjes, etc.) clase media (Burgueses, mercantes, aldeanos, etc) Clase baja (Siervos, campesinos y vagabundos)...
El clero y la clase alta se hallaban en el Palacio Real de Alagësia... Ubicado en el centro de la ciudad, una arquitectura sublime que reflejaba la aristocracia moderna. Por otra parte, la clase media estaba ubicada en el sector suburbano del centro, las calles de piedra bien formadas, postes de luz al estilo colonial y casas modernas al estilo inglés... Allí, abundan los ladrones y vagabundos que siembran peligro por las oscuras noches de Alagësia...
Es por eso que la población, luego de trabajar, tiene que estar todos en sus respectivas casas antes de las 9:00 p.m. de la noche... Mientras la clase baja, los vagabundos deambulan todo el día en las calles, los siervos y campesinos trabajan duramente en los campos afuera de Alagësia, esclavos de su trabajo y tiempo de receso hacía la noche...