Severus Snape confeccionó la poción Felix Felicis para un trabajo de último curso de la asignatura de Pociones. Quizás debería probarla, ya sabes, por el bien de la experimentación. O por el bien de confesarse a Lily. O tocarle las narices a los Merodeadores. Lo que no sabía es que eso cambiaría su vida a mucho mejor. Si, mucho mejor.