Un corazón se paraliza al escuchar esa propuesta que desde niña imaginaba. ''¿Te casarías conmigo?''. No había fuegos artificiales, no hubo brincos de alegría ni lágrimas de emoción. Su mano simplemente se extendió y al sentir el pesado anillo en el dedo anular, supo que esos planes que deseaban juntos, no los quería a su lado. ¿Cómo evitar las campanadas de la boda?