Epílogo. " Desde sus comienzos fue juzgado de mal presagio en su pueblo natal. Menospreciado por sus pares y desechado por aquellos más queridos. Culpado de malos augurios, y venidero de desgracias. En consecuencia fue despechado a un gremio de fuertes jinetes, de carácter hidalgo y valiente, defendiendo las doctrinas de un verdadero caballero. Fue así, como un joven se convirtió en un honorario hombre. " Farfarich. Aclaraciones en el capítulo "Asuntos" En hiatus por falta de motivación.