La gente describe la Universidad como la mejor etapa del estudiante; el lugar que te permite aprender, conocerte y conocer al resto. Allí donde empieza a dibujarse un camino más nítido hacia un futuro incierto, donde la monotonía ya no es un problema y la organización salva vidas. Ahí es cuando dos estudiantes de segundo y tercer año descubren que lo mencionado anteriormente es cierto, que merece la pena vivir todo aquello y añadir el amor a esa descripción tan simple.