- No me culpes por querer hacer bien mi trabajo... esto me está volviendo loco -Recarga su arma y apunta directo a la cabeza de el castaño. El castaño no respondió y solo miro al chico frente a el y una sonrisa se asomo en sus rosados labios. - Ay cariño, siempre espera lo inesperado -Un fuerte disparo hizo presencia en el profundo silencio de la habitación.