La vida es demasiado corta, como para darse el lujo de perder el tiempo. Los sueños son tangibles y nada es imposible. Hay que creer en la magia del amor. Todo vuelve en la vida, lo bueno, lo malo, el amor que diste, la luz que encendiste con tu ser en alguien más, y las veces que diste todo sin ver a quién. Sólo tú sabes las enormes ganas que tuviste de rendirte, pero justo cuando estuviste a punto de hacerlo, recordaste por todo lo que has pasado, te secaste las lágrimas, dibujaste una sonrisa, te paraste frente al espejo y le hablaste a tu ser interior: "Todo lo que en esta vida se sufre, tiene una recompensa." Entonces y solo entonces, es cuando comprendes que debes levantarte con más deseos de seguir viviendo. A pesar de que no se puede cambiar el mundo, todo tu mundo cambiaría, si estuviera junto a ti esa persona, darías todo, cuerpo y alma.