Disenchanted

Miedos nuevos acechaban.  Mi mente le daba vueltas a todo. No paraba de pensar, siempre poniéndome en lo peor. ¿Cuánto? ¿Quién? ¿Seguro que es buena idea? ¿Va a acabar bien? ¿Está bien esto que estoy haciendo? Las dudas no paraban de volar. Cada vez me sentía peor. Decidí dejar de darle vueltas y poner algo de música mientras le echaba una ojeada al libro que tanto tiempo llevaba encima de mi mesa sin poder expresarse y dejar salir todas aquellas palabras que no sería yo la primera ni la última en disfrutarlas.