Seremos todo hasta quedarnos sin nada.
A veces nos cuesta levantarnos de la cama, seguir una rutina que ha marcado tu vida cada año desde hace más de diez.
Una vida dedicada a algo que te hacía feliz, y sí, en pasado, porque ahora no lo hace.
Ya no disfrutas de lo que nunca pensaste que te cansarías. Y aunque no seas capaz de verlo, no es culpa tuya.
Seguir con la natación hacía que Hugo existiera durante unas horas al día para el resto del mundo. Algo que lo hacía notar le estaba quitando las ganas de seguir adelante.
Cuando reunió el valor para pararse delante de sus padres y decir, hasta aquí, lo dejo, en esa competición que iba a ser la última para él, un destello de luz se cruzó en su camino.
Ese destello en forma de sonrisa.
Si quería verla, solo había una opción, seguir yendo a competiciones y rezar para que ella también estuviese ahí.
Sin importar que el mundo detrás se estuviese cayendo, ignorando a la voz de su cabeza todas las mañanas al despertarse.
Ignorando todos los problemas que aquello iba a traerle.
Aparentemente no tienen nada en común más allá de pasarse la vida metidos dentro de una piscina.
Pero cada uno trata de lidiar en solitario con sus demonios, sin saber que, quizá y solo quizá, les sería más fácil vencerlos si dejasen entrar a alguien entre las murallas que a ambos les rodean.
Al seguir, al no dejar lo que ya no le hacia feliz, al alargarlo un poco más, sin saberlo, se puso en marcha el reloj que marcaba el principio de su fin.
°°°°°°°°°°
"-No puedo dejarte entrar, Eva. La oscuridad acabará contigo también y...
-¿Aún no te has dado cuenta? Ya estoy dentro, tanto como tú lo estás en mí."
── 𝘼 𝙈𝘼𝙏𝙏𝙃𝙀𝙊 𝙍𝙄𝘿𝘿𝙇𝙀 𝙁𝘼𝙉𝙁𝙄𝘾
―Sabes que es lo que más odio de ti?
―Todo. Por eso te gusto.
---------------
Cath Montclair es todo lo que Mattheo Riddle no soporta: perfecta, ordenada y demasiado seria.
Él es todo lo que ella desprecia: caótico, arrogante y adicto a romper las reglas.
Pero cuando una apuesta entre amigos lo reta a conquistarla -con una lista de pasos incluida-, lo que empezó como un juego se convierte en algo que ninguno vio venir.