Alexandra Jones es una actriz galardonada, famosa por la sinceridad que denota cada una de sus palabras. Para quienquiera que la mire es simplemente la perfecta imagen de la indiferencia ante los comentarios que suelen haber sobre su vida.
Lexie, como prefiere que la llamen, tiene una herida sin sanar, un corte que no ha cicatrizado y que va dejando secuelas en distintos ámbitos de su vida. Ella no se enamora, no lo hace desde que cierta navidad fue plantada bajo un muérdago.
Finn está maravillado, anonadado por la belleza que destila la actriz, cautivado por el brillo que emite su ser. Él sabe que algo sucede con Lexie, pero eso no lo detiene de querer ir más allá, de ansiar llegar más lejos de lo que ella alguna vez pudo imaginar.
Los miedos, las ganas... las corazas intentan alzarse para impedirle el paso, pero él saltea cada obstáculo con tal de verla de verdad; con el único propósito de conocer ese lado de ella que mantiene escondido en un cofre. Lexie no es quien todos creen, la seguridad que aparenta no es más que un espejismo que usa para proteger a quienes ama y para protegerse a sí misma.
¿Qué sucede cuando resistes todo y dibujas siempre una sonrisa?
Fácil, llega un momento en el que te quiebras, te rompes en pedacitos y dejas ver eso que tanto te has esforzado en ocultar.
Esta es Lexie, sin tapujos, sin filtros y con sus peores ángulos.