Papá, como era mamá, ven aquí, te contaré una historia pequeño, su nombre era T/N Malfoy, ella era temeraria y yo era muy tímido, su familia la adoraba, era la hermana menor de tu tío Lucius, un día me dijo, el Sev, si dime princesa, creo que te amo, le dije enserio, si, pero temo a que me rechaces, no lo haré, puedo darte un beso, claro.
La amaba como a nadie, murio como la gran heroína que era, cuando tu naciste, ella te beso y me dijo, prometeme que lo cuidaras, hasta con mi vida mi amor, te lo juro, le hablare todo lo que quiera saber de ti, segundos despues murio.
Entonces murio por mi culpa, claro que no pequeño, ella tenia una enfermedad incurable, nos enteramos un año antes, y ella decidió morir de la manera mas valiente posible, así que me pidio una ultima cosa, ¿que cosa papá?, que la dejara embarazada, así cuando ella se fuera, nunca estaría solo, ni triste.
El pueblo de Wilson es tranquilo, regido por sus costumbres y creencias religiosas muy estrictas, donde Leigh ha crecido, siguiendo cada regla y pauta como se le ha indicado. Un pueblo donde no se recibe con mucha gracia a los recién llegados así que cuando Los Steins se mudan a su lado, Leigh no puede evitar sentir curiosidad.
Los Steins son adinerados, misteriosos y muy elegantes. Lucen como el retrato perfecto de una familia, pero ¿Lo son? ¿Qué se esconde detrás de tanta perfección? Y cuando la muerte comienza a merodear el pueblo, todos no pueden evitar preguntarse si tiene algo que ver con los nuevos miembros de la comunidad.
Leigh es la única que puede indagar para descubrir la verdad, ella es la única que puede acercarse al hijo mayor de la familia, el infame, arrogante, y frío Heist.