Las luces de Las Vegas brillaban como si todo fuera posible. Holly estaba completamente borracha, con una risa contagiosa que resonaba entre los ruidos de la ciudad, mientras Kyle, al volante, apenas podía seguir el ritmo de su energía.
-¡Esto es una locura, Kyle! -gritó ella, sacando la cabeza por la ventana.
Él no dijo nada, pero algo en su mirada decía que ya no tenía control sobre la situación. Había algo en Holly que lo arrastraba, algo que desbordaba su calma y lo metía en el caos sin que él pudiera evitarlo.
Horas más tarde, despertaron en una habitación de hotel, con un perro extraño durmiendo a los pies de la cama. Holly, mirando su dedo, vio un anillo que no recordaba haber puesto.
-¿Nos casamos? -preguntó, con los ojos aún nublados por el alcohol.
Kyle observó el certificado de matrimonio tirado sobre la mesa. La resaca no ayudaba, pero su rostro serio.
-Parece que sí.
Y en ese momento, Holly supo que su vida había cambiado para siempre. No sabía si para bien o para mal, pero definitivamente algo impredecible había comenzaron
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Y si te contara que estos dos, Holly y Kai, no tienen nada que ver... pero que un perro, una vieja camioneta y un corazón roto los cruzan en una búsqueda improbable y llena de misterio, podrías pensar que estoy algo loca. Y, sinceramente, no te culparía. Porque, en medio de todo el caos, ellos están a punto de descubrir que a veces los caminos más improbables son los que llevan a las verdades más profundas.
Aquella traición provocó dolor, el cual después se transformó en superación de si misma. Adalia Weber luego de la traición de los hermanos Müller se hizo una sola promesa.
No volver a confiar en hombres.
Pero todo cambia cuando un encuentro inesperado los hace nuevamente chocar sus caminos y se pone en duda su promesa.
Adalia tendrá que luchar entre lo que desea y la promesa que ella misma se hizo prometer.
El deseo aveces es más grande de lo que uno puede creer.
¿Será que este será el Renacimiento de la Reina de los hermanos Müller?