Bella y Bestia. Qué hermoso día era aquel. Las aves volaban en un cielo despejado, el aire era fresco, y una melodiosa voz se oía desde el rio. Ella era Kagome, la más bella de toda la aldea El, Naraku ,de piel blanca, ojos penetrantes y de un sin igual color rojizo. Su cabello tan negro como la noche, lo llevaba siempre amarrado en una coleta. Realmente era un chico muy apuesto, aunque tenía cierta mala fama de mujeriego y patán, además de ser frío.