Cuando Atem se marchó, Kaiba comenzó a no poder dejar de pensar en él, de volver a verlo, de poder tener un último duelo, pero, él mismo sabía que sus sentimientos habían escalado a otro nivel el cual, le daba miedo admitir. Por otro lado, se encontraba Atem, el cual, se sentía igual o quizás peor sin el oji azul, cuando se fue, una parte de su corazón se quedó junto a Seto, destrozándose en el proceso, ni siquiera él supo cómo el tiempo podía pasar tan lento para él y tan rápido para la gente, solo supo, que, haberse ido, había sido una arma de doble filo...All Rights Reserved
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