Roger se transforma en la bailarina más candente de la ciudad, la más talentosa, la más deseada. Desde pequeño le atrajeron las bailarinas, sus vestidos, maquillaje y pelo largo. No las deseaba a ellas, deseaba ser como ellas. Brian tiene una vida ordinaria como un padre que trabaja hasta el cansancio. Pero se libera por medio del movimiento, reviviendo así una pasión que creía abandonada. Roger tiene lo que necesita, y solo podrá dárselo si se sumergen en el baile, si juegan con el fuego, si despiertan la tentación y el misterio, si danzan al ritmo de sus corazones, si siguen engañando al público ocultandoles la verdad. El baile seguirá hasta que la mentira continúe.