Candy es una sirvienta en la mansión Woods, ella no aparenta tener mas de 18. Ella es una chica muy servicial, siempre hizo lo que se le pidió sin ni siquiera decir "Ah" y se levantaba apenas salia el sol para hacer su jornada de trabajo. Candy no recuerda nada de su pasado, según los dueños de la mansión, la encontraron inconsciente en el enorme jardín de la casa cuando apenas era una niña, ellos la cuidaron con mucho amor y le dieron un buen trabajo sin explotarla. Ella no se quejaba de su forma de vida, los señores Woods era muy amables y amorosos con Candy, ademas tenia un lugar donde vivir, comida, era feliz. Sin embargo siempre se pregunto cual era el origen de ese llamativo pelo blanco puro, esos extraños ojos violacios y los raros tatuajes que invadían su espalda y extremidades, pero no lo recordaba, no sabia su verdadero nombre, no sabia su edad, no sabia nada, sus recuerdos eran hojas tan blancas y limpias como su pelo. Un día como cualquier otro, ella estaba limpiando el sótano y sus ojos divisaron un pequeño destello salir de entre unas cajas llenas de polvo, era un espejo muy viejo y bonito...pero lo que no sabia ella era que ese espejo, no era cualquier espejo, era la respuesta a su pasado perdido.