El deseo de todo huérfano es ser adoptado, y Henry Forest no pensaba muy diferente. Anhelaba dar un paseo por el parque, junto a un perro quizá e ir a la escuela como cualquier niño normal. Pero él no era precisamente igual al resto de los niños. Algo le recorría las venas, haciéndolo sentir como un fenómeno, preguntándose si tenía relación a los eventos de la noche de su cumpleaños. Para su treceavo cumpleaños, sopló la vela anhelando que su milagro de cumpleaños se le concediera. Sin embargo, nunca se imaginó que el milagro que esperaba lo llevaría a desembarcarse en la aventura de su vida: los depares del caprichoso destino. ¡Quién diría que los deseos pedidos a las estrellas fugaces podrían cumplirse! ¿Alguien lo dijo? Porque Henry lo pensó, cuando su deseo de salir de ese lugar que le traía recuerdos amargos se convirtió en lo que menos esperaba. Henry debía entrar al mundo real, mundo del cual irónicamente lo reprimían por pensarlo como una fantasía de su mente. El destino es caprichoso, y disfruta mucho de jugar a tirar de los hilos de la vida a su antojo. ¿Será que se adentró en la mejor aventura? ¿O en la más peligrosa de su vida? Esta obra está asegurada bajo Atribución de (CC) No Comercial.All Rights Reserved
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