Que Dios nos pille confesados
63 parts Complete MatureEstá bien entrar en el coro de la iglesia cuando tienes doce años. Y vale, incluso está bien continuar en él con dieciséis.
Con veinte, que te pongan de maestro de canto religioso es hasta aceptable.
A no ser que tengas vigilándote a un cura homófobo y que tu madre, también homófoba, bendiga la mesa cada noche dando gracias a que eres así.
Pero es que Blas no es así.
En el décimo aniversario de su entrada al coro, o a la secta religiosa que en la que están sus familiares más cercanos, comprendió de malas maneras que le pone más cachondo mirarle el culo a su mejor amigo que el que su novia le meta mano.
Y, ojo al drama, su madre odia a su novia. Y se piensa que llegará virgen al matrimonio. Y también piensa que no tiene fantasías sexuales, solo el que es su deber reproducirse y conservar esta bella especie humana.
Sus fantasías sexuales son con un chico. Y el cura, que resulta ser su tío, dice que eso es pecado.
Así que, no le queda más que rezar,
que Dios nos pille confesados.'