Un citadino de huesos blanquecinos que se ahoga en el trabajo y carece de pasión por la vida visita un café local regido por tres "coloridos" hermanos. -No te cansas de oler café todas las mañanas y todos los días?.. . . . -Es como si dijera que me fastidia el aroma de un hogar -Exclamó el esqueleto azabache dejando la taza de barro sobre la mesa.All Rights Reserved
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