Temía que algún día pasará lo inevitable, que la persona frente mía desarrollará por si misma un instinto capaz de alucinar y embobar a cualquiera que la viera. Y es que siempre fue así, desde que ella era apenas una niña, yo me la imaginaba entre los campos repletos de flores, con una mirada encaramelada que hacía juego con su alrededor, brillando como la estrella que era, de un lado a otro se tambaleaba con su vestido de campo que se ensuciaba con cada paso que daba en el suelo de tierra.
Me quedaba por horas en esa alucinacion, pensando que era realidad y solamente cumplía el rol de espectador ante aquella belleza que desde niños se me antojaba divina.
Hasta que creció, y de un día a otro, la niña se alejaba al puerto de la adultez.
Su calida mirada aún se veía tenuamente en su mirada como cuando era pequeña, pero algo en esa misma me decía que había cambiado, que estaba creciendo y evolucionando como un capullo de mariposa.
Abrí los ojos, los sueños no se hacen realidad. Ella no me conocía, o eso era lo que pensaba pues no tenía muchos amigos y la sociabilidad no se me daba bien, sin embargo, al mirarla a los ojos me decía con su misma mirada que algo entre nosotros había florecido, tal vez con el tiempo. Y es así como me di cuenta que mi pequeña vecina, desde hace 8 años, notaba mi existencia, aunque fuera mínima.
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➡️ Esta historia no esta basada en el lore.
➡️ Las flores que se mencionan en esta historia son las mismas que Lumine tiene en su cabello.
➡️ La trama esta sujeta a cambios, leela bajo tu responsabilidad.
Disfruta ^^