Ella, burguesa. Él, talentoso. Lo suficiente como para que ella se enamore perdida y profundamente. No sabía si era su forma de hacerla reír cada vez que estaba sobre el escenario, o su simplicidad y autenticidad. De igual forma, no había momento en el que él no cruce su mente, y viceversa. Desde que se vieron por primera vez, él supo que sería un amor por el que valdría la pena luchar, aunque la batalla sea en vano.Para él, ella era más bella que cualquier joya que haya visto antes. Para ella, él era la mejor obra de arte que vio en su vida.