"Papi" Llamó su pequeño rayo de sol recostada sobre su pecho. "¿Hmm?" Respondió, observando la enorme pantalla en su habitación que por milésima vez en el día reproducía el video musical del cantante con el que su hija estaba obsesionada. "Quiero ir al concierto de Lou y quiero que tú me lleves." Harry suspiró, no quería ir a un concierto de ese cantante, no porque tuviera algo contra él, sino porque en los lives que había sido obligado a ver con su hija, había visto lo intensos y apasionados que podían ser las, los y les fans del cantante, temía que él y su hija salieran con algún hueso roto del concierto, pero conocía a su hija y dios lo amparé, porque decirle que no a su hija era más difícil que tirar 100 millones de libras al fuego. "Stellina mia, no pued- La pequeña salto de su pecho y lo observó tan dolida que cualquier persona que los viera creería que la había lastimado. "¡Yo quiero ir y que me lleves tú, papi!" Y ahí estaba esa expresión de nuevo, esa expresión que lo tenía a sus pies a él y a todo ser de su círculo social. Esa carita con un pucherito y ojitos verdes brillando eran su debilidad y esa mocosa lo sabía, Harry la amaba y odia por eso, nadie absolutamente nadie lo manipulaba y llega ese pequeño ser humano de ojitos verdes y lo hacia. "Papi, yo quiero ir" Susurro con los ojitos llenos de lágrimas de cocodrilo y que lo perdone la luna pero Harry no podía ver a su dulce angelito llorando así que la atrajo nuevamente a su pecho y besó su cabecita para decir: "Está bien, Angioletto. Papi te llevará" Y sí, Harry Styles podría ser un hombre controlador e intimidante ante sus empleados, pero en su casa, en su casa lo controlaba una pequeña niña de 5 años fan del cantante del momento; Louis Tomlinson.