Una erudita callada y neutral para algunos; para otros una osada letal, un arma. París Riccia, una chica con una mirada ciertamente misteriosa, más no una chica normal. Había algo en ella que podría romper con todo, menos con un corazón leal. Una chica perteneciente a la facción de Erudición, aunque ella siempre había sentido que no encajaba allí... Su mundo no eran los libros, ni la lógica, ni los números. Era inteligente, sí, pero no lo suficiente para quedarse en esa prisión que le quitaba cada mañana el aire para respirar, la motivación... Su mundo no era azul, no era ordenado. Su mundo era caótico, libre, alocado. Y eso se lo daría Osadía...