Alison tiene la vida perfecta. Trabaja como abogada en un gran bufete y no recuerda la última vez que perdió un juicio. Está prometida con un hombre de ensueño, atento, amable, e inteligente. Tiene una reputación impecable, va a la iglesia todos los domingos y se presenta a cuantos voluntariados se le ofrecen.
Pero, entonces, su abuela desaparece y decide dejarle a modo de herencia un viejo reloj de cadena cuyo tic tac es imposible no escuchar y, desde que lo tiene, se siente extrañamente observada.
Dicen que todos tenemos un ángel de la guarda, pero a Alison le ha tocado aquella diabla, Astrid, que la sigue a todas partes, a ella y a su reloj, dispuesta a poner su mundo patas arriba, porque, ¿qué haces cuando te sientes atraída por alguien que claramente te está utilizando para obtener algo de ti? Además, ¿cómo va precisamente ella a sentirse atraída por una diabla? Dios santo.
| Nuevo capítulo todos los miércoles |
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?