Seguro que has escuchado las típicas historias en las que el valiente príncipe azul, a lomos de su fiel corcel, combate contra un fiero dragón para salvar a la princesa atrapada en la torre.
Seguro que también has oído hablar de aquella malvada madrastra o bruja que, envidiosa de la princesa, no quiere que ésta sea feliz.
Y, cómo no, de aquella princesa delicada como el cristal, incapaz de conectar dos neuronas para intentar valerse por sí misma (para qué, total, ya vendrá el príncipe azul a tomarla en sus fuertes brazos).
"Y vivieron felices y comieron perdices. Fin."
Si solo te gustan esas historias, esta no es para ti.
Me llamo María García, y la historia que te voy a contar
no sigue esa línea.
Si aun así quieres seguir leyendo;
busca un buen sitio y que comience este loco enredo.