Mi primer recuerdo claro era él, diciendo bajito mi nombre, dicéndome que todo iría bien, que estaba conmigo. Mi primer amor fue doloroso, sus labios ardían con sabor a alcohol y sus manos jamás fueron amables conmigo. Me llamo Shiho Miyano, más conocida como Sherry, y, ésta, es la historia de cómo escapé de La Organización.