-Y porque estas triste?- insistí. -Por que a veces...- su voz se quebró en un suspiro-... Dios hace algunas malas jugadas en la vida- -No te entiendo papi- -Sandy- se me acerco más- sabes que te quiero mucho, verdad? Que mami y yo te queremos mucho-puso ambas manos sobre mi rostro. -Si- Sonrió levemente y después me abrazo muy fuerte. Lloró sobre mi pequeño hombro, en ese momento no lo entendía. Después, a los diez años,tras muchas operaciones y extracciones de médula y pérdida de mi largo cabello rizado pelirrojo, me di cuenta de que me estaba muriendo. Esa era la mala jugada que Dios había hecho, me había dotado de cáncer. Me había dado leucemia. El cáncer me estaba matando... Y también a mi familia.