Tahiel llevaba una vida tranquila en la pequeña playa donde lo habían acogido cinco años atrás. Se dedicaba a recoger conchas y a tener cenas tranquilas con sus vecinos, hasta que una noche de luna llena todo cambió para él. Una nueva vecina se había unido a la comunidad, una que iba a poner su mundo patas arriba y que por mucho que intentase no podía sacar de su cabeza. Como cada luna llena, Tahiel tenía que controlar sus instintos más básicos que le llevaban junto a su manada, pero ahora no podía, ni quería, alejarse de su nueva vecina. *Actualmente, aunque terminada, está en proceso de corrección y cambio*