"Mi vida era normal, quizás un poco monótona y aburrida. Hasta que aquél griego de tan solo 19 años de edad, hizo temblar el suelo bajo mis pies. Sus ojos de aquel color jade me hipnotizaron y sus palabras me cautivaron. Jamás pensé que podía enamorarme de un alumno años menor y, arrasar con los sentimientos de todos a nuestro alrededor. Y para qué negarlo, a pesar de lo que sucedió y de todo lo que tuve que pasar... No me arrepiento de nada".