¿Alguna vez te has abstenido de caer en la tentación? Mikaela no. Ella sucumbió a la traición cuando cayó en ese tormentoso lago-de pintura, tal vez-, en el que se ahogó, embarrándose así de todo pecado. Pero solo una absurda e idiota cosa da vueltas en el asunto desde que ese fascinante, excéntrico e intenso pintor llegó a su vida: Ella cree estar enamorada y él no tiene tiempo para eso. ¿Podría ella amar de verdad y él hacerlo por primera vez?