Solo le había pedido tener buena suerte al Universo, solo un día con buena suerte, pero desde que mi alarma no sonó por la mañana sabía que no era de la clase de personas a las que el Universo escucha o que ayuda.
Desde que decide hacerme cargo de mis propios gastos he asistido a muchísimas entrevistas, pero no he tenido buena suerte en la mayoría, por lo que hoy quería tener buena suerte. Tengo una entrevista de trabajo, en lo que viene siendo el trabajo de mis sueños, desde que tengo 15 años sabía que quería dedicarme al mundo de los libros, quería ser escritora y por un tiempo lo intenté, escribí muchísimas historias sin parar durante mi adolescencia, pero nunca traté de dar el gran paso de enviarlas a alguna editorial, por lo que decidí cumplirle una parte del sueño a mi versión de 15 años, estudié letras e hice unos cuantos cursos de publicidad y de mercadeo en la Universidad con el fin de hacer mi currículo lo más interesante para las editoriales. Hoy tenía mi primera entrevista en una editorial grande, la famosa editorial Eagle.
Puse la alarma para las 6:00 p.m. en lugar de 6:00 a.m. Si aún tenía duda de que el Universo no me escucha, estaba perdida en medio de la ciudad y el plan de internet que pago en mi teléfono decidió que ya había consumido todos los datos, haciendo así que Google Maps no funcionara bien.
La verdad mi día no podría ir peor, pero claro que puede empeorar, cuando me conecto al wifi libre de una cafetería cerca de mí me detengo para saber si debo cruzar en esta calle o si debo seguir, cuando de repente escucho una campanilla de bicicleta muy molesta junto a la voz de un chico que grita.
- ¡Quítate de la ciclo vía!
Yo ignoró el grito porque no estoy en la ciclo vía, hasta que termino en el suelo, al parecer si estaba en la ciclo vía, me atropello una bicicleta y lo peor de todo es que mi café cayó en su camiseta blanca, cuando veo sus ojos, sé que todo va a estar muy mal.