El príncipe heredero Jeongin despierta cuando está siendo transportado en un carruaje, por las cadenas que lo atan sabe que ha sido secuestrado. Pronto descubre que el reino enemigo es a dónde se dirige, conocerá y sufrirá a manos de la familia real. ¿La princesa? La odia. ¿Al príncipe? Lo odia. ¿La reina? La odia, la odia, la odia. Ayudado, Jeongin logra escapar y emprenderá un viaje de regreso a casa, en el proceso tal vez se entere de que la realeza no es tan pura y perfecta como él pensaba.