En general mi vida era tranquila: iba a la facultad, me la pasaba estudiando y cuando no lo hacía salía con mis amigos, los fines de semana largos iba a visitar a mi familia y durante la semana me encargaba de convivir con mi mejor amiga, con todo lo que vivir solas en una ciudad nueva conllevaba. No había dramas, no había nada que me impidiera ser feliz, ni nada de lo que pudiera quejarme. Bueno, hasta que un hombre hermoso pero desquiciado decidió involucrarse conmigo, haciendo que mi vida de un cambio rotundo de un día para el otro. Literalmente, de un dia para el otro.