Kinn era de esas personas incapaces de superar, pero, ¿Cómo alguien iba a juzgarlo? Su amor se había ido, se había convertido en pequeñas fibras que volaban en el viento cual mariposa asustada. Y era su culpa, era su maldita culpa. Lo sabía. Dos universos paralelos que se chocan, un hombre buscando revivir a aquel a quien amó, ¿Cómo algo bueno podría salir de algo tan malditamente retorcido?