Laureen tiene deseos de enamorarse; Theodore no soporta el tema. Ella toma malteada con doble azúcar; él prefiere el café amargo. Cuando dos personalidades distintas colisionan y hacen la vida diaria del otro un infierno; el orgullo es el único limitante de esta peculiar unión. Uno de ellos deberá renunciar, quién decida rendirse lo perderá todo.