Toques de seda.

Gabriela Callahan tiene toda una vida sintiéndose helada.

Luego de pasarse toda su existencia cumpliendo las expectativas de sus padres, graduándose con honores en una carrera que no era la que deseaba estudiar, conseguir trabajar en el departamento de arquitectura en la empresa de un amigo de su padre, hasta finalmente sentar cabeza en un matrimonio con alguien importante a quien en realidad no amaba; todas estas situaciones la tenían helada, hasta el punto de sentirse entumecida.

Nunca en su vida había roto las reglas, nunca había hecho algo que sus padres consideraran inadecuado, nunca había sido apasionada o decidida, Gabriela nunca había tenido voz o voto en su vida.

Pero cuando el nuevo cliente de su esposo posa sus ojos sobre ella, ella tiembla, jadea, y siente cosas que no había experimentado nunca antes en su vida, Gabriela está helada, y tiene miedo que un solo toque de Jacob Hilton la derritan, justo como la seda al contener el calor derrite el hielo.